Por otra parte, agrego yo completando este concepto, los tipos que fabrican la línea editorial de un medio de comunicación (digital) a partir de los comments, pobres, están tan equivocados. La cultura 2.0, onanista, no termina de darse cuenta que los comentaristas son una parte ínfima de los lectores. La e-democracia es berreta (mucho más que la democracia del Estado Modenro), el feedback es absurdo, falaz. No se trata de una apología intelectualoide contra Internet, simplemente es decir que en Internet, como en todos lados, hay pelotudos ("con fuerza en la 'T'", diría Fontanarrosa) y lúcidos. Comprobable empíricamente: el 99% de los que comentan son pelotudos, son reactivos, carentes de creatividad, incapaces de producir ex-nihilo (de la nada) lo que quieren decir (se puede aceptar que un 1% son lúcidos y creativos). Para terminar, se vuelve a aclarar que no se trata de sacar a relucir el capital cultural o simbólico bourdieuano ("¡¡¡intelectual!!!", es el insulto preferido de los fundamentalistas de la web). Sólo hay que tomar conciencia de que los lectores de un portal digital de noticias no son los 100 boluditos que se ponen a discutir entre ellos si Cristina se tiró un pedo sin ruido o si es ético la concepción de bebés con esperma de mono. Si pensamos que los lectores de los diarios digitales son apenas los comentaristas hay algo que los gurúes del periodismo de La Internet, de cara al futuro, están pifiando.