martes, 18 de agosto de 2009

Esbozo de una respuesta

Sin lugar a dudas, la escritura a mano perdió terreno frente al avance de los "dedos tenificados". Ello, desde una perspectiva personal -perdón la redundancia-, significó un deterioro de la intimidad literaria. La creación de espacios abiertos de escritura, de publicación (in)mediata, generó que lo "subido" a la pantalla líquida, casi naturalmente, terminé convirtiéndose público. De una u otra manera, estamos frente a un fenómeno discutible, aunque posible: el fin de la escritura privada.