Por Ariel Cappelletti.
A ver. Después de un tiempo me decido a escribir de vuelta. Justo, como anillo al dedo, o como dedo al anillo. Los Blogs. Creo que en los anteriores posteos, hay una serie de pensamientos válidos sobre este nuevo ejercicio de escritura. Así que no voy a aportar nada nuevo.
Voy a ser un poco egoísta (Christian Ferrer dice “Lo cierto es que el contenido raramente confirma otra cosa que no sea la apoteosis y el espectáculo del "yo", esa antigua muletilla de la vanidad y el narcisismo”. Disculpe señor Ferrer, no creo que éste sea mi caso, al menos en lo que refiere al blog que hago YO, y solamente Yo. Desconecte su detector de sarcasmo mientras lee esto). Me voy a limitar a comentarios sobre mi experiencia personal. Casi un signo de época. Desde hace unos tres meses, me decidí una generosa mañanita de domingo, intentar hacer un blog. ¿Acerca de qué? No lo dudé: Talleres de Remedios de Escalada. Mi equipo de Fútbol, mis colores y etcéteras varios. Preferí empezar, y ver como se iban dando las cosas. Abrí una casilla de mail, y los correos comenzaron rápidamente a llegar, felicitándome por la idea. Me puso contento. No era una de esas páginas de cavernícolas barrabravas, procuré darle una perspectiva histórica. La historia de los cien años de un club de fútbol, que supo estar en los albores del profesionalismo, codeándose con los más grandes del fútbol argentino. La verdad es que no imagine que le dedicaría el tiempo y la paciencia que le estoy poniendo y me esta sacando.
Transcurridos esos tres meses, a veces pienso, aunque lo pensaba de antes, y mas recorriendo toda la experiencia histórica que atraviesa el fútbol, cuan grande ha sido su importancia en la construcción de identidades.¿ Habrá sido mas fuerte que el Peronismo? Quién carajo lo sabe. Pero a veces no deja de sorprenderme el ninguneo de los “intelectuales” con este aspecto. En este momento se me ocurre un tipo como Sebreli, aunque no creo que sea un intelectual, es sentido estricto. En general siempre han mirado despectivamente a los deportes de masas, entendiéndolos como instrumentos de control o manipulación. Por supuesto, que hay mucho de verdad en esto. Pero en sus intentos de explicación sobre la sociedad argentina (sea el aspecto que sea), siempre falta el fútbol. ¿Por qué un tipo miente en el trabajo, pide salir antes para ir a ver un casi seguro intrascendente partido de fútbol de Ascenso, aventurarse por barrios jodidos? ¿Pide salir antes para ver el estreno de un foráneo director de cine?
¿Que impulso lo llevará a hacer algo así? ¿La costumbre, alguna especie de Inercia?...algo de esto debe ser cierto, si es que desde los 4 años mi viejo me empezó a llevar a la cancha, y ahora 23 años después, sigo haciéndolo.
Me fui un poco bastante al carajo. De hecho, esto esta mal escrito, son un par de ideas inconexas. Me voy a ver TN deportivo, a ver que pasa con los jugadores de Talleres que están a préstamo en Douglas Haig de Pergamino