domingo, 18 de noviembre de 2007

Desde el diario


Laburando el sábado a la noche (22.09) con falsos 23.1 grados de sensación térmica, según el berretísimo Canal 26 (no cito al querídimo e impreciso Crónica porque ahora mismo está pasando un publicidad de una pastillita para adelgazar... esas que te vuelven adicto). Bueno, como últimamente carezco de tiempo para escribir desde mi casa, quería recuperar la presencia en el blog, aunque sea, desde el trabajo. No quiero entrar en el estilo "diario", tipo psiconálisis, tipo confesionario. Simplemente era dejar testimonio de que todavía estamos acá.

Esta tarde Riquelme volvió a demostrar por qué al fobal no tiene rival. Y pese a que todo el mundo diga que el football es pasional, carente de conocimientos, me interesa decir que todo lo que gira alrededor de la redonda "sabe". Riquelme no piensa (intelectivamente) pegarle a la pelota en el lugar justo para que entre en el ángulo. Es verdad que Juan Román puede "prefigurar" que quiere pegarle al ángulo, pero ese pie derecho, sin lugar a dudas, conoce mucho más allá de la racionalidad (existente, claro está) del diez de la Argentina.

La pegada de Riquelme no es una orden intelectiva, sino que tiene conocimiento propio, no automatismo. "El pie sabe", el pie conoce, sin necesidad de la racionalidad de Juan Román, que después aparece para convertirlo definitivamente en un jugador de (otra) categoría.