¿Realmente es necesario para Clarín reproducir a monseñor Aguer, peronsaje rancio de la Iglesia Católica que sigue despotricando contra el marxismo como si estuviéramos en la guerra fría? Fue en la tapa, chiquitito en la esquina derecha. "Un obispo contra los planes de estudio". En el copete citan: "Se basan en el neomarxismo..." Con sinceridad, que la jerarquía eclesiástica se oponga al aborto, critique el uso de preservativos, repudie el divorcio o rechace ciertas materias de los colegios públicos ya no sorprende. Sin embargo, que un 22 de junio de 2009 el diario más vendido del país reproduzca así sin más la opinión de un tipo anacrónico genera un poquito de estupor, además de que revela cierta posición doctrinaria no asumida.