sábado, 6 de junio de 2009

Sobre el tiempo

Cuando el escritor sueco Mankell pasó por Buenos Aires en abril pasado, confesó algo que era común en algunos círculos de intelectuales: "No veo televisión". Sin embargo, enseguida aclaró que el principal motivo no era por los contenidos, sino que hizo una cuenta (adelante de todos los periodistas presentes) de las horas que perdería por año sólo mirando una hora por día de tele. Hoy Clarín reprodujo un informe publicado por La Vanguardia que dice que el tiempo invertido en Facebook "aumento el 700% en un año". Más allá de que la nota es un chivo en favor de la red social en desmedro de Twitter, su competencia directa, la idea es pensar el tiempo que uno deja consumiendo medios de comunicación. "Pero uno se conecta en el trabajo", escuché la otra vez por ahí. Es verdad, pero el consumo de Internet de ninguna manera responde a 'tácticas y estrategias', tipo De Certeau, sino que el uso de las nuevas tecnologías trasciende las fronteras laborales. No quiero caer en una postura apocalíptica tecnologista al estilo 'Toto' Schmucler, pero sí me interesa plantear que el mal uso de las nuevas tecnologías (de las cuales soy summamente víctima y protagonista) es tiempo de producción (creativa) perdido.