lunes, 17 de marzo de 2008

Las nuevas vedettes


Por Ariel Cappelletti

De hace un tiempo a esta parte, los llamados “directores técnicos”, han alcanzado una exposición mediatica de carácter insospechado, sobre todo los de Primera División. Contribuyen en gran medida, los medios masivos al atribuirle una importancia desmedida, no solamente a sus funciones, sino también a otros aspectos como la personalidad, la imagen de alguno de ellos ( hasta las señoras en la feria comentan sobre las camisas Armani del Cholo Simeone) , dándoles un empujón a estos aspectos con inventos como conferencias de prensa, o entrevistas de las que ya conocemos la respuesta.

Dice el periodista “Sr. Director Técnico, ¿como piensan ganarles al rival de mañana?” (gesto adusto del DT, que busca acompañar con cierto aire de importancia, cual lumbrera imprescindible; nosotros en casa frente a la tele decimos –haciendo un gol más que los rivales-). Contesta el que se la lleva toda por laburar un par de horas cada mañana. “Eso no se lo puedo decir: con trabajo, sacrificio y seriedad vamos a conseguir lo que estamos buscando”.

“¿Al menos me podría adelantar la formación para mañana?”, dice el periodista devenido empleado. “No creo”, contesta el chanta, “eso sería dar una ventaja al rival, ya que conocería la táctica que vamos a emplear”. Ya Carlos Peucelle hace más de 60 años decía que la profesión de “Director Técnico” era la de los “mentirosos”. Ahora recuerdo a Falcioni llorar porque Independiente había perdido con Argentinos Juniors, en condición de visitante. ¿La excusa?: “Perdimos porque la cancha es chica”. Si el periodista que le preguntó las razones de la derrota, hubiera estado atento (o menos acobardado por el medio en el que trabaja) le hubiera dicho: “Pero Falcioni, la semana pasada perdieron de local, actuando en su cancha, que usted se cansa de repetir que es grande”. Falcioni no habría podido decir nada, por que la táctica empleada no “fue efectiva” (Falcioni 1, la verdad, 0).

Ya lo escribió Dante Panzeri, cuando sabiamente hablando del más popular de los deportes, comentó: “Fútbol, dinámica de lo impensado”. Justifiquémonos con el goleador de Boca, tan nombrado en estos días. Todavía los futboleros recordamos los 3penales errados contra Colombia por la Copa América. Digamos que Palermo$ pateó los tres penales con intención de convertir los 3. Cuando pateó con esa intención no pudo anotar ninguno, pero al poco tiempo, jugando para Boca, toma la pelota en posición de puntero derecho. Tira un centro, pero le sale al ángulo, marcando contra San Lorenzo. Cuando pateó con la intención de convertir, no hizo ninguno. Quiso tirar un centro, y le salió un golazo. Ahí aparece el Director Técnico, dando órdenes ( por supuesto siempre esta la cámara de Teicé para tomarlo en primer plano; festejo medido, e inmediato gesto o llamado a un jugador, para darle una “indicación” del tipo: ”Pasásela a un compañero tuyo”, “que tenga la misma camiseta que vos, por favor”) e incluso, siendo mas importante (para esa cámara) que la tribuna que grita el gol.

¿En que puede incidir un tipo desde afuera de la cancha? Al menos no pensamos, como Fantino, “Que los directores técnicos son más importantes que los jugadores”. Perdón, Alejandro, nosotros no creemos que Bilardo haya sido el factor fundamental de la obtención del Campeonato de 1986. ¿No habrá sido Maradona, y nosotros, ni enterados?