Por Ariel Cappelletti
Este sábado 26 de Julio, en horas de la madrugada, hubo un accidente fatal en Lomas de Zamora, en la intersección de la calle Loria con las vías del tren. Rápidamente la noticia se difundió por lo medios, que generalmente prefieren anteponer a la fatalidad, que el servicio de trenes eléctricos se encuentra interrumpido.
Fallecieron 5 personas entre las cuales estaba Nahuel Palomar, un amigo mío de la infancia. No conocía al resto de los ocupantes del auto, pero si a Nahuel. Muchas veces desde Malón Literario se postea sobre los medios de comunicación. Esta vez no será la excepción, pero hay toda una fatalidad que se hace nervio, y constituye un hilo conductor de estas breves palabras que siguen a continuación.
Yo me entero de la muerte de mi amigo el sábado por la tarde, en mi casa, ya que mi abuela cumplía 85 años. No es necesario entrar en detalles respecto de las reacciones de una persona cuando se entera de algo así.
Vemos las fotografías que se publican en los diarios cuando ocurren accidentes de estas características, y casi no reparamos en ellas. Con todo mi dolor a cuestas, tuve la desgracia de tomar un ejemplar del Diario "Crónica" del Domingo 27, y ver algo que bajo ningún punto de vista se puede publicar. No sólo que es totalmente gratuito y deleznable, sino que jamás se podría justificar.
Yo me pregunto si el editor que autorizó la publicación de esa fotografía le gustaría ver a su hijo, su amigo o algún familiar de la misma manera que mostraron a mi amigo sin vida. Espero que jamás le suceda, porque será el peor recuerdo con el que cargue su cabeza hasta el final de su existencia.
Este sábado 26 de Julio, en horas de la madrugada, hubo un accidente fatal en Lomas de Zamora, en la intersección de la calle Loria con las vías del tren. Rápidamente la noticia se difundió por lo medios, que generalmente prefieren anteponer a la fatalidad, que el servicio de trenes eléctricos se encuentra interrumpido.
Fallecieron 5 personas entre las cuales estaba Nahuel Palomar, un amigo mío de la infancia. No conocía al resto de los ocupantes del auto, pero si a Nahuel. Muchas veces desde Malón Literario se postea sobre los medios de comunicación. Esta vez no será la excepción, pero hay toda una fatalidad que se hace nervio, y constituye un hilo conductor de estas breves palabras que siguen a continuación.
Yo me entero de la muerte de mi amigo el sábado por la tarde, en mi casa, ya que mi abuela cumplía 85 años. No es necesario entrar en detalles respecto de las reacciones de una persona cuando se entera de algo así.
Vemos las fotografías que se publican en los diarios cuando ocurren accidentes de estas características, y casi no reparamos en ellas. Con todo mi dolor a cuestas, tuve la desgracia de tomar un ejemplar del Diario "Crónica" del Domingo 27, y ver algo que bajo ningún punto de vista se puede publicar. No sólo que es totalmente gratuito y deleznable, sino que jamás se podría justificar.
Yo me pregunto si el editor que autorizó la publicación de esa fotografía le gustaría ver a su hijo, su amigo o algún familiar de la misma manera que mostraron a mi amigo sin vida. Espero que jamás le suceda, porque será el peor recuerdo con el que cargue su cabeza hasta el final de su existencia.