De chiquito fui toda la vida a la pileta pública (en realidad a la pileta de un club, que es pública si pagás). Nunca tuve pudor y realmente me divertía. Ahora (¿15 años después?) vivo en un edificio que tiene pileta. Acabo de subir (y bajar... la pileta está en la terraza). Esta mañana es la primera vez que asomé desde que empezó el verano. No había nadie, pero apenas estuve media hora. Con cortesía agarré mi libro de Philip Roth y las llaves y, apenas llegaron algunas personas, la dejé sola a Natalia tomando sol. No me gustan las piletas "públicas". ¿No soy más chiquito?