Por P.E.
Alguna razón debe haber tenido Truffaut para dejar afuera al personaje Catherine del título de su película “Jules et Jim” (1961). Está claro que el realizador francés pensó que la amistad entre los dos chavales (Jules y Jim) que se enamoran de una misma mujer (Catherine), es el relato principal. Sin embargo, ¿cómo quitarle protagonismo a la femme (o die ehefrau, de acuerdo a su origen alemán) que genera el nudo de la historia?
Para Truffaut pareciera que Catherine (Jeanne Moreau) carece de responsabilidad en la ampliación de un triángulo amoroso, que amenaza permanentemente romper con una amistad que no fue partida siquiera cuando tuvo que enfrentarse en la Gran Guerra (Jules peleó para Alemania, mientras que Jim hizo lo mismo pero para Francia). Ella, de acuerdo al director, sólo es portadora de un espíritu libre carente de compromiso por los sentimientos ajenos.
Desde aquí, en principio la intención era destacar el papel miserable de una mujer que no puede amar... que tiene pavor de hacerlo. Que nunca puede llegar a ser abandonada porque jamás se entrega por completo a un hombre. Quería señalarse el rol detestable que puede cumplir Catherine interponiéndose en una amistad de años. Sin embargo, cómo no escribir acerca de la debilidad de Jules y Jim.
Cómo no escribir sobre dos tipos que permiten que el egoísmo de una mujer se entrometa en una relación de fidedigna amistad. Pese al importante papel que pueda cumplir Catherine, no deja de ser un personaje insignificante, no sólo en la película, sino en la vida. Truffaut eso lo sabe demasiado bien. Por eso la deja que se ahogue sola en su propio ego. Por eso la película sólo se llama “Jules et Jim”.
Para Truffaut pareciera que Catherine (Jeanne Moreau) carece de responsabilidad en la ampliación de un triángulo amoroso, que amenaza permanentemente romper con una amistad que no fue partida siquiera cuando tuvo que enfrentarse en la Gran Guerra (Jules peleó para Alemania, mientras que Jim hizo lo mismo pero para Francia). Ella, de acuerdo al director, sólo es portadora de un espíritu libre carente de compromiso por los sentimientos ajenos.
Desde aquí, en principio la intención era destacar el papel miserable de una mujer que no puede amar... que tiene pavor de hacerlo. Que nunca puede llegar a ser abandonada porque jamás se entrega por completo a un hombre. Quería señalarse el rol detestable que puede cumplir Catherine interponiéndose en una amistad de años. Sin embargo, cómo no escribir acerca de la debilidad de Jules y Jim.
Cómo no escribir sobre dos tipos que permiten que el egoísmo de una mujer se entrometa en una relación de fidedigna amistad. Pese al importante papel que pueda cumplir Catherine, no deja de ser un personaje insignificante, no sólo en la película, sino en la vida. Truffaut eso lo sabe demasiado bien. Por eso la deja que se ahogue sola en su propio ego. Por eso la película sólo se llama “Jules et Jim”.