martes, 15 de enero de 2008

Lleno de contradicciones


"bien me interesa esa película, la voy a ver en estos días. ahora bien, ¿no podés decir que la película está buena sin tanto preámbulo tira mierda? ¿de que hay gente ignorante, gente imbécil, gente caca y todo lo demás?, qué agresivo, disfruta de la vida. Mirá películas y chau", me dijo una flaca mediante un comentario. Le contesté: "Tenés razón". Hace algunos post subí la frase: "dediquémonos a coger... no rompamos más las pelotas", en alusión a un propio comentario acerca de las notas sobre culos que publicaron algunos medios. Está claro que no resisto un archivo de una semana. Tengo mil contradicciones. Generalmente intento no levantar el índice cuando escribo, pero cómo carajo no terminar (in)conscientemente catalogando algo.

"mirar la película y chau"; "dediquémonos a coger... no rompamos más las pelotas" o directamente no tener un blog son las maneras de no caer en el rol de policías de la cultura. Sin embargo ¿qué otra cosa es la literartura más que una metralladora de chismes bien escritos? Malón Literario surgió, ante todo, como espacio para escribir. La intención nunca fue hacer crítica literaria ni nada por el estilo. Si muchas veces caigo en eso pido perdón. Pero quiero dejar en claro que si a veces escribo un "preámbulo tira mierda", es con intención literaria. Café Lumière (o cualquier película, libro, artículo periodístico, etc) sólo es una excusa para escribir. En esta oportunidad fue con un preámbulo tira mierda. Seguramente estaba enojado con alguien o algo que escuché por ahí (sinceramente me olvidé), pero quiero que quede manifiesto que Malón Literario apareció para divertirme, para ver mis permanentes contradicciones estéticas, para disfrutar de la vida, pero nunca para que afloren comments berretas.