lunes, 24 de septiembre de 2007

Gustavo I de Suecia


Por Nicolás Rombo

En el cuadrigentésimo septuagésimo sexto aniversario del casamiento de Gustavo I de Suecia (1496-1560), también conocido como Gustavo Eriksson, queríamos recordar la vida de un sujeto que, en principio, no paraba de coger: tuvo once hijos (Erik -con Catalina de Sajonia Lauemburgo-; Juan; Magnus; Carlos; Sten; Carlos -de nuevo-; Catalina; Cecilia; Ana; Sofía; Isabel; estos últimos concebidos por Margarita Eriksdotter, su segunda esposa).

Gustavo I (Rey de Suecia desde 1523 hasta su muerte), quien también era llamado simplemente Gustavo Vasa, estaba influenciado políticamente por Ingvar Kamprad (1490-1589), guerrero estratega amante de la novela histórica, quien se oponiía férreamente a la Unión de Kalmar impulsada por Dinamarca, Suecia y Noruega, que buscaba, por las buenas o por las malas, adjuntar al estado sueco bajo su dominio.

Tal es así, que en 1518, Cristian II, Rey de Dinamarca, decidió invadir Suecia para llevar adelante su cometido. Ante ese ataque, Gustavo Vasa (por ese entonces un simple militar) tomó parte de la batalla de Brännkyrka, que significó el triunfo de los antiunionistas y el inicio de su fama en Suecia.

Sin embargo, antes de lograr erigirse como Rey en 1523, Gustavo, quien había prometido que no estaría con una mujer hasta finalizar con la amenaza de los enemigos de Suecia (por lo que parece, lo ha conseguido), sufrió la traición de Cristian II, quien encarceló a nuestro protagonista al romper un acuerdo polítco alcanzado tras su invsión fallida.

Luego de casi un año de estar prisionero en el castillo Kalø, al noreste de Århus, Gustavo Vasa logró escapar, regresando a Suecia (previo paso por Lübeck, Alemania). De vuelta en su país, el que sería recordado como el "Liberador del Frío" comenzó una campaña militar desde el noroeste, que culminó el 20 de junio de 1523 cuando hizo su entrada victoriosa a Estocolmo (seis días antes había sido coronado en Strängnäs).

Más tarde, el 24 de septiembre de 1531, al casarse con la princesa Catalina (a los 35 años), Gustavo comenzó a recuperar el tiempo perdido teniendo a su primogénito Erik (heredero del trono), quien luego se convertiría en el más famoso organizador de orgías de todo Europa. Ya coronado, Erik XIV terminaría siendo derrocado por sus medios hermanos, que reclutaron a los hijos no reconocidos de Eriksson que alcazaban los 516, número que descendió drásticamente tras concretarse el ansiado golpe.