Por Gonzalo Méndez
Es posible crear, inventar, componer un gran tema con los elementos más sencillos y elementales, aquellos que todo aprendiz de guitarra tiene al alcance, en el movimiento más primario de sus manos y dedos.
Este es un caso muy frecuente en las genialidades de Los Beatles y particularmente en las composiciones que nos dejó y legó su primera guitarra, el más joven de los cuatro, George Harold Harrison.
El día que recibí la propuesta de escribir sobre los temas de estos cuatro roqueros, además de alegrarme y sentir una gran satisfacción, había salido del trabajo y pasado por mi casa tarareando e intentando recordar la letra de una de sus canciones. Inmediatamente después de que escuché: “Gonza, tu tarea es hacer notas sobre temas de Los Beatles”, supe cual iba a ser el primer tema acerca del que escribiría.
“I Need You”, invención número cuatro del álbum “Help”, es una canción con una sucesión matemática de acordes. Cuan matemática es la música pero que sensaciones y emociones diferentes causa, sin ánimos de ofender a los números ni a quienes los profesan. Dejando de lado esta pequeña digresión, me quería referir, aquí, sólo a unos pocos compases de este tema que está en la tonalidad de LA (A) mayor.
Luego de los primeros dos compases en los que George canta, se produce uno de los mejores momentos del tema. Otro par de compases que, si tocamos en la guitarra un LA mayor (dedo índice, mayor y anular sobre el segundo traste en las cuerdas 4, 3 y 2 respectivamente), se logran con solo levantar el dedo meñique del segundo traste, dejando así la segunda cuerda al aire y seguidamente apoyándolo sobre ésta pero en el tercer traste.
De esta manera el LA mayor se transforma en un LA con novena y luego en un LA con cuarta suspendida, para volver a convertirse en un LA mayor. Sólo el movimiento de dos dedos, algo tan aparentemente simple, se convierte en una complejidad que alberga sentimientos y pensamientos.
Los acordes mayores están constituidos por tres notas, la primera nota de la escala, la tercera mayor y la quinta justa. En el caso de LA Mayor estas notas son: La, Do# (sostenido) y Mi. Al cambiar el Do# por el Si, levantando el meñique del segundo traste, el acorde se transforma en un acorde de 9na., ya que Si es la segunda o novena nota de la escala de LA. Cuando el acorde muta a La con 4ta. suspendida es porque la nota que tocamos cuando apoyamos el meñique sobre el tercer traste es Re, la cuarta de la escala de LA, que incluye además las siguientes notas: La, Si, Do#, Re. Mi, Fa# y G# (Primera, Segunda, Tercera mayor, Cuarta, Quinta Justa, Sexta y Séptima Mayor respectivamente).
Por último quería señalar que este instante de la canción es aquel en el que uno siente que fluye, deviene y fuga a través de esos tres acordes sucesivos, que tan solo suman y restan una nota en sólo dos compases y sobre la misma tonalidad de LA, el acorde se modifica y vuelve a ser. Uno está esperando que esa frase se resuelva, que el caos, la tensión y el placer que se genera allí vuelvan a su cauce y, de este modo, poder seguir viviendo.
Este es un caso muy frecuente en las genialidades de Los Beatles y particularmente en las composiciones que nos dejó y legó su primera guitarra, el más joven de los cuatro, George Harold Harrison.
El día que recibí la propuesta de escribir sobre los temas de estos cuatro roqueros, además de alegrarme y sentir una gran satisfacción, había salido del trabajo y pasado por mi casa tarareando e intentando recordar la letra de una de sus canciones. Inmediatamente después de que escuché: “Gonza, tu tarea es hacer notas sobre temas de Los Beatles”, supe cual iba a ser el primer tema acerca del que escribiría.
“I Need You”, invención número cuatro del álbum “Help”, es una canción con una sucesión matemática de acordes. Cuan matemática es la música pero que sensaciones y emociones diferentes causa, sin ánimos de ofender a los números ni a quienes los profesan. Dejando de lado esta pequeña digresión, me quería referir, aquí, sólo a unos pocos compases de este tema que está en la tonalidad de LA (A) mayor.
Luego de los primeros dos compases en los que George canta, se produce uno de los mejores momentos del tema. Otro par de compases que, si tocamos en la guitarra un LA mayor (dedo índice, mayor y anular sobre el segundo traste en las cuerdas 4, 3 y 2 respectivamente), se logran con solo levantar el dedo meñique del segundo traste, dejando así la segunda cuerda al aire y seguidamente apoyándolo sobre ésta pero en el tercer traste.
De esta manera el LA mayor se transforma en un LA con novena y luego en un LA con cuarta suspendida, para volver a convertirse en un LA mayor. Sólo el movimiento de dos dedos, algo tan aparentemente simple, se convierte en una complejidad que alberga sentimientos y pensamientos.
Los acordes mayores están constituidos por tres notas, la primera nota de la escala, la tercera mayor y la quinta justa. En el caso de LA Mayor estas notas son: La, Do# (sostenido) y Mi. Al cambiar el Do# por el Si, levantando el meñique del segundo traste, el acorde se transforma en un acorde de 9na., ya que Si es la segunda o novena nota de la escala de LA. Cuando el acorde muta a La con 4ta. suspendida es porque la nota que tocamos cuando apoyamos el meñique sobre el tercer traste es Re, la cuarta de la escala de LA, que incluye además las siguientes notas: La, Si, Do#, Re. Mi, Fa# y G# (Primera, Segunda, Tercera mayor, Cuarta, Quinta Justa, Sexta y Séptima Mayor respectivamente).
Por último quería señalar que este instante de la canción es aquel en el que uno siente que fluye, deviene y fuga a través de esos tres acordes sucesivos, que tan solo suman y restan una nota en sólo dos compases y sobre la misma tonalidad de LA, el acorde se modifica y vuelve a ser. Uno está esperando que esa frase se resuelva, que el caos, la tensión y el placer que se genera allí vuelvan a su cauce y, de este modo, poder seguir viviendo.