miércoles, 8 de agosto de 2007

Samba y funk en Río


Por Facundo Carmona

Si vivís en Buenos Aires los domingos de invierno pueden llegar a ser, como mínimo, aburridos y monótonos. El desolador paisaje de edificios y cielo nublado, la humedad al 100 por ciento, el frío y la garúa finita que cala los huesos, nos invitan a permanecer guarecidos en nuestros hogares. Ni hablar cuando no hay fútbol, novia/o o asado familiar que nos ayuden a aligerar la congoja que esconde el primer día de la semana.

Pero, ¿Cómo paliar esos días de angustia? ¿Existe alguna solución para esto? Una posibilidad, que no contempla el suicido, es la música y la literatura. El tema es que no todos los libros y los discos son convenientes para esas jornadas. Intenten leer "El Astillero" o escuchar a Joy Division un día gris y mohoso. No es una elección conveniente. No se recomiendan libros aquí, pero desde ya les sugerimos que dejen Onetti para otra fecha, así que nos abocaremos a la música.

La banda que nos va a liberar durante unos escasos minutos de la embolia dominguera es Black Rio, formada en 1976 en la ciudad de Río de Janeiro. ¡Qué mejor que un poco de efervescencia brasileña! Los Black Rio han logrado mixturar influencias propias de la cultura carioca, como la samba, con elementos del funk, del soul y del disco de los 70. Si los tuviese que definir en una palabra no podría. Tampoco en dos. Y si fuese en tres sería: glamour funkie brasileño. Música divertida, temas bien tocados y ese toque tropical que los brasileños tan bien saben llevar adelante: una genialidad.

Imagínense poner en una coctelera a James Brown, Marvin Gaye y un kilo de Carmen Miranda: bananas, mangos, frutillas, cachaça y samba callejera. Una molotov empalagosa y destructiva. Bueno, así de indigestos y nocivos son los Black Rio. Una especie de tropicalísimo del funk y el soul, pero sin el farsante seductor de cuarentonas de Caetano Veloso. Es un trago pesado, nos puede caer mal al otro día, pero al beberlo nos cincela una sonrisa en el medio del rostro.

El disco en cuestión es "Gafieira Universal" (1977), su segundo LP. El mismo cuenta con diez temas de los cuales se destacan: Chega Mais (Imaginei Você Dançando) que abre el disco con guirnaldas y espíritu de carnaval. Al cual siguen Vidigal y Gafieira Universal. Este último bien podría ser un tema de "Travelling Without Moving" de Jamiroquai. Rio de Feveiro, pura exitación negra de soul, le canta al fútbol, al carnaval y obviamente a Río. Dança do Dia, el tema siete, es una samba-funk instrumental con elementos del jazz de Chick Corea y Return To Forever. Casi pegada le sigue Samboreando, otro tema instrumental con sintetizadores, pitos y matracas. Tal vez los dos mejores temas del disco.

La duración total es de 33:04 y tal vez sea, tanto para bien como para mal, demasiado homogéneo. Lo cual le resta un poco de diversidad; y por momentos, para el oído poco aguzado (como el del escriba de estas líneas), sea algo tedioso. A favor del disco podemos decir que lo más probable es que no fuese pensado para ser escuchado en su totalidad. Lo fundamental es que sirve para acercar a Buenos Aires, en tiempos de neviscas, una brisa calida tropical que devuelva un poco de color(inche) a la ciudad.

Advertencia: pueden sonar grasas y anacrónicos como Kool And The Gang y Earth, Wind And Fire. Si no te gusta la música negra, sudada y exuberante no te molestes en buscarlos. Sino andan dando vueltas en el eMule y similares, desde donde podes bajarte su música para fiestas.